Fue la respuesta inmediata a la pregunta de "¿No querías London?" que mi Mordor interior me lanzó el primer día de estar aquí, cuando los dos niños se pusieron a gritar como locos, no sabía dónde estaba nada, ni qué hacer con nada, ni nada de nada. Y pa colmo de todo el padre me daba susto.
Escribo esto cuando es mi tercer día aquí, y la verdad es que parece que hiciera más. Mejor no sacar conclusiones sobre la velocidad temporal y la proporcionalidad a lo bien o mal que lo estás pasando...
El caso es que no sabía qué hacer, si crear un blog nuevo de temática específica londinense, o seguir con el rollo con este mismo. Y he decidido que voy a abrir otro. Y es que las posibilidades de que esto siga teniendo remotamente algo que ver con tener un buen día puede que sean más bien escasillas. Quien evita la ocasión, evita la contaminación.
Así que a demanda popular (de verdad que aún no me creo que haya demanda popular aquí, ajajjajaja) no sólo me he parado a escribir una entrada -el milagro será que ahora pueda conectarme para enviarla- sino que estoy intentando abrir un nuevo blog. Igual se va a llamar tal cual, como esta entrada. No estoy para pensar mucho, la verdad.
En fin, que sigo viva y que no sé por cuánto tiempo! xD
Besitos para el Club de Manhattan y el MiniClub del Roma ;)
PD: Ahora subiré el link al otro blog, y si acaso también lo pondré entre los blogs que sigo, porque bueno, de alguna manera lo sigo, digo yo.
Hace 11 años